miércoles, 26 de diciembre de 2012

Hacia el Año Nuevo a ritmo de Vals


Tras una ajetreada semana de Navidad y de trabajo de fotografías, nuestro blog vuelve a la carga con un artículo para preparar con algo de arte y danza el Año Nuevo que se avecina. Quizás hablemos más otro día de las fiestas tradicionales de cada cultura para el rito de cambio de año… pero hoy queremos sólo recordar cómo en Europa y, en concreto, en Austria, muchísima gente espera con impaciencia el reconocido Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena.

Y, precisamente por eso, ¡hoy vamos a hablar del Vals!

Empezaremos con una pequeña introducción y, después, los tipos de vals más conocidos y ejemplos de ellos. ¡A leer!


El vals es como se llama a un elegante baile musical de ritmo lento, aunque también se denomina así a las piezas musicales construidas con su característico ritmo. Nació en el Tirol, en Austria, allá por el siglo XII, pero sólo conquistó las altas esferas de la nobleza allá por los años 1760 en Viena. Por esa tardanza, algunos estudiosos creen que tuvo mucha importancia la “volte”, una danza de baile en tres tiempos que ya se practicaba en el siglo XVI. En cualquier caso, se expandió rápidamente por otros países y en el siglo XVIII apareció la palabra “vals”. “Vals” es un galicismo de “valse”, que a su vez viene del germano “wälzen”, que significa rodar o girar en alemán.

A nivel musical, como hemos dicho, al principio se caracterizaba por un movimiento lento, pero como salta a la vista… –o mejor dicho, al oído–, se trata hoy día de uno de los géneros más alegres y movidos de la música clásica. Es una danza de ritmo vivo y rápido, emotiva, que gana intensidad y que, desde luego, no deja indiferentes a los oyentes.

Aquí tenéis un vídeo informativo: ¿Cómo se baila un vals? 


La característica más importante de un vals es que lleva un compás de 3/4: el primer tiempo siempre es el tiempo fuerte (F), los dos siguientes son débiles (d), con un patrón F, d, d. Eso sí, aunque muchísimos grandes valses vengan a nosotros de la mano de la música clásica, hay que recordar que se trata de una forma musical que puede encontrarse en cualquier estilo. ¿Habíais pensado alguna vez lo parecidas que pueden sonar algunas rancheras mexicanas a los valses?

De hecho, la música y la danza tradicionales tienen valses más complejos que el de 3 tiempos. Estos se llaman valses asimétricos, de 5, 8 u 11 tiempos. Los tiempos suplementarios se bailan apoyándose, alternativamente, en cada una de las piernas para acentuar los giros.

Un ejemplo de vals asimétrico: Vals de 5 tiempos: 



Bueno, ya sabemos qué es un vals pero… ¿sabríamos distinguir el tipo de vals y de qué tradición viene? ¡Vamos a verlo!

Empezamos con el vals vienés. Éste es  el más conocido por todos. Con este nombre se conoce a la danza de pasos rápidos en un tempo que oscila entre 110 y 180 intervalos por minuto. El vals vienés tiene hoy en día, en los concursos de baile, dos formas principales.

  • La primera es el estilo internacional, en el que las parejas siempre están enlazadas. Es mucho más elegante, pero limita el número de figuras que se pueden formar.
  • Por otro lado, el estilo americano es más libre y la pareja puede separarse para dar prioridad a las figuras en la danza.



El vals inglés, también llamado boston, es una versión lenta del vals vienés, con un tempo de entre 60 y 80.


El vals francés, en cambio, deriva de una danza popular típica de París, que surgió en los vals musette.
Así es como suena el género de la musette francesa, en una típica interpretación de acordeón:


Al otro lado del charco existen varias formas interesantes y características de cada región.

El vals tango es típico, sobre todo, de Argentina, y se baila en tres tiempos. Se le llama también tango-vals o vals criollo argentino.
(El baile comienza a partir de 00:36)


El vals venezolano, en cambio, tiene dos corrientes: la de salón, y la popular. Mientras que en el vals de salón se prefiere el piano como instrumento, el vals popular o de tradición oral usa los instrumentos típicos de cada región: violín, bandola, guitarra, mandolina… Los valses populares tienen además una estructura de tres partes y se pueden encontrar en muchas manifestaciones folklóricas como el joropo o el tamunangue. A continuación podemos ver cómo es el baile joropo. Movidito, ¿eh?



En Perú, el vals está influenciado por los ritmos negros y tuvieron su auge en los años 40 y 50. De hecho, representan gran parte de la producción musical peruana. Entre sus características destaca que los pasos son más cortos y cadenciosos que en el vals tradicional, además de ir más rápido. A partir de los 80, estos valses criollos se han ido fusionando con otros géneros como el chill out, el jazz o la bossa nova.


También es reconocido el vals mexicano por una serie de obras exitosas como “Sobre las olas” de Juventino Rosas, “Vals Alejandra” de Enrique Mora o “Capricho” de Ricardo Castro. En el siguiente vídeo (que se oye muy mal, por cierto) se pueden ver las variaciones de la danza con una pieza clásica:



Por último y para terminar el artículo con más obras destacadas, volvemos a lo más centroeuropeo y clásico para recordar a los padres de los valses. Frédéric Chopin, el gran compositor y pianista polaco, aportó una cantidad de excelentes vals para piano y, entre ellos, el vals más breve denominado "Vals del Minuto". Los Strauss también destacaron como grandes compositores de vals, especialmente Johann Strauss (hijo). Aportaron piezas como "Sangre Vienesa", el "Vals de los Novios" o el "Vals del Emperador". También Tchaikovsky, dejó para la posteridad maravillas como el "Vals de El cascanueces", el "Vals de La bella durmiente" o el "Vals de El lago de los cisnes".

Esperamos que hayáis disfrutado el artículo. Lo cerramos con este vídeo de André Rieu que parece transportarnos a las cortes nobles del pasado. ¡A bailar!



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