Al margen del deporte, ¿cuidas bien tu salud?

Hacer deporte y tener unos hábitos de vida lo menos sedentarios posibles son sinónimo de salud, pero con frecuencia se cree que simplemente con dedicarse a entrenar en el gimnasio o realizar danza se está manteniendo la salud como debe estar. Evidentemente, esto no es así; es más, las personas que realizan deporte de forma profesional o intensiva tienen un desgaste muy importante y deben prestar especial atención a la forma en la que reponen su energía.

Imagen del catálogo de Isance (conjunto de pantalón pirata y camiseta de tirantes)

Hoy vamos a hablar de las dos fuentes de energía fundamentales para el ser humano: la alimentación y el sueño.

Alimentación. La "Paleodieta", o cómo asegurarse las enfermedades a una edad temprana.

La adecuada alimentación es esencial, pues es la que repone los minerales, azúcares, proteínas, etc, que gastan nuestros órganos y músculos diariamente. Como ya veíamos en el artículo del Doctor Alberto Martí Bosch, un exceso de acidez en la alimentación consumida es el origen de un sinfín de problemas físicos, cáncer incluido, porque los organismos encartados de filtrar nuestros residuos se colapsan. ¿Por qué recordamos esto? Pues, básicamente, porque hay un tipo de dieta que a veces se receta a los deportistas y que, desde el punto de vista de la salud, es una gran irresponsabilidad. Hablamos de la llamada “Paleodieta”.

En el año 2002 se publicó el libro "La dieta paleolítica" y en 2005, "Paleodieta para deportistas". Este libro propone una dieta similar a la que seguía el hombre de las cavernas. Se basa en consumir de forma exclusiva los alimentos que tomaban nuestros antepasados, que eran cazadores-recolectores. Según su autor, estos alimentos daban a nuestros ancestros "una salud vibrante, cuerpos delgados y ausencia de enfermedades crónicas". Por supuesto, no se tiene en cuenta que rara vez pasaban de los 20 años, y además las condiciones de vida y de trabajo eran completamente diferentes a las nuestras actuales.

Así pues, basándose en lo que consumían los paleolíticos, el libro comenta que hay que seguir reglas básicas para estar llenos de energía y potencia. Reglas como: comer todas las carnes magras, pescados y mariscos que se pueda; comer todas las frutas y verduras no feculentas que se pueda, nada de cereales, nada de legumbres… Y, en general, la base es el consumo frecuente de carne roja, asados y carne de caza. Evidentemente, son reglas muy opuestas a lo que siempre favorecen las autoridades sanitarias, y está muy lejos de la pirámide nutricional deseada.

De hecho, la Pirámide Nutricional que muchos de nosotros estudiamos ya no es tan válida como antes. En su propuesta de actualización en el VIII Congreso Internacional de la Dieta Mediterránea (2010), la Pirámide Nutricional pasaba a reducir todavía más el consumo de proteínas de origen animal.

Imagen sacada de "Con mucha gula", revista online. 

¿Resumiendo? La Paleodieta es un despropósito para la salud de todo el mundo, y a los deportistas sólo les promete un despegue rápido de sus facultades, pero un deterioro mucho mayor de su cuerpo al medio plazo, con una gran probabilidad de acabar desarrollando enfermedades de tipo autoinmune y tumorales.

Una alimentación saludable debe basarse en...
• Comidas principales compuestas de cereales (preferiblemente integrales), frutos secos, semillas, verduras y hortalizas.
• Consumo de proteínas de calidad varias veces a la semana, pero sin excederse. Siempre más carnes blancas y rosas que rojas, y más pescado blanco que azul.
• Hay que beber mucha agua (un mínimo de 6 vasos diarios).
• Intentar consumir aquellos productos que son de temporada.
• Hacer un día a la semana de dieta vegetariana para limpiar el organismo.


Hábitos de descanso. ¿Te cargas las baterías lo suficiente?

Por hacer una metáfora, ¿recordáis cuando en los manuales de los teléfonos móviles se recomienda que siempre se deje cargar el teléfono hasta el máximo y no interrumpir la carga antes, para que la batería no se desgaste? Con nuestro cuerpo pasa algo parecido.

Aunque parezca que podemos dormir las horas justas para enfrentarnos al día siguiente a nuestro frenético ritmo de trabajo, familia, amigos, hobbys y entrenamientos, el cuerpo humano acumula el cansancio. No reponerse lo suficiente, sobre todo si la vida que llevamos es de gran desgaste, supone que esa falta de sueño irá haciendo mella poco a poco al organismo.

Sabemos que es difícil hoy en día encontrar el tiempo suficiente para descansar, y está claro que en cuanto salimos de trabajar deseamos aprovechar el tiempo libre al máximo. Pero… la frase que dice una canción de “ya dormiré cuando muera” no debería ser llevada a gala, o se cumpliría antes de lo razonable. Aunque penséis que podéis pasar varios días casi sin dormir y luego usar el domingo para meteros en la madriguera y olvidaros del mundo, recordad que el cuerpo se perjudica aunque a primera vista no os dé señales.

La imagen a continuación resume cómo la falta de sueño afecta a las diferentes partes del organismo. No hace falta decir mucho más, ¿verdad?

Por tanto, recomendamos que se cuiden las “baterías” asegurándose un buen descanso diario, incluso mediante pequeñas siestas si hace falta, para que no se llegue a picos de agotamiento.

Concluimos: ¿Qué hace falta para estar sano?, alimentarse de forma variada, sin excesos, y dormir diariamente las horas necesarias. Simple, ¿verdad?


Fuentes:
La nueva Pirámide Nutricional: menos cantidad y más variedad, por Eva Celada, a 25 de marzo de 2010. http://www.conmuchagula.com/2010/03/25/la-nueva-piramide-nutricional-menos-cantidad-y-mas-variedad/
La paleodieta: alimentarse como el hombre primitivo, en Consumer.es, a 2 de octubre de 2012: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/alimentos_a_debate/2012/10/02/213519.php 
Imagen sobre las consecuencias de la privación del sueño: http://wwwellugaralto-franconsultor.blogspot.com.es/2012/09/blog-post.html

Carmen Seva para ISANCE