miércoles, 14 de noviembre de 2012

Pedaleando por la ciudad: ciclismo urbano.


Para aprovechar el puente del 1 de Noviembre hice una escapada a Barcelona y, de entre las muchas cosas que podría contar, una de las que me llamó la atención es lo extendido que está el uso de las bicicletas en esta ciudad. Hacía años que no visitaba esta gran metrópolis y me ha sorprendido, porque he notado bastante cambio desde la última ocasión.

Sin duda es cierto que tenemos cada vez más ciclistas urbanos en la mayoría de ciudades, incluida Alicante, desde la que escribo… pero las infraestructuras de muchas partes de ciertas ciudades, por mucho que hayan mejorado en estos años, siguen sin estar preparadas para que puedan circular bicicletas y coches sin entorpecerse peligrosamente unos a otros. Al fin y al cabo, en 2008 Alicante se preciaba junto a Oviedo de ser la ciudad menos preparada para el ciclismo urbano... La propia forma de la ciudad hace que sea muy complicado incorporar el ciclismo sin retranquear las escasas aceras, y las carreteras tampoco abundan en carriles como para hacer sacrificios.

Pero dejando de lado las opiniones sobre el plano urbano, estar varios días caminando entre bicis me ha inspirado para investigar un poco y escribir este artículo sobre la historia del ciclismo en las ciudades. ¿Te interesa a ti también el tema?


Si hablamos de cuándo empezó la gente a subirse a chismes con ruedas para desplazarse, nos tenemos que remontar muy atrás… como hasta el Antiguo Egipto, la China Imperial, la espiritual India e incluso el imperio Azteca. Por ejemplo, existen jeroglíficos en los que se describe a un hombre montado en un aparato de dos ruedas unidas a un potro.

Foto de Bicicletos en Mundocaracol.
Sin embargo, vamos a asumir que los antecedentes más sólidos de la bicicleta se encuentran muchos siglos más tarde, cuando Leonardo da Vinci presentó uno de sus dibujos en la obra “Codex Atlanticus”, puesto que fue Leonardo quien pensó en una trasmisión de cadena como la que se usa en la actualidad.

Foto sacada de Pinionlibre.


Luego hubo un gran crecimiento de intentos de vehículos de dos ruedas durante el siglo XVII y XVIII, bastante toscos y propulsados con los pies. Uno de ellos fue el llamado “celerífero”, del francés Conde Mede de Sivrac. En cualquier caso, todos los inventos humanos empiezan buscando satisfacer una necesidady en el caso de la bicicleta, todo apunta a que lo que se necesitaba era un juguete.

En efecto, la bici empezó como un juego. De ahí que el chasis del celerífero fuera de madera con forma de animal y sólo pudiera ir en línea recta. Era un entretenimiento para los niños ricos franceses, más tarde copiado por los ingleses en su propio Dandy Horse. Luego en el siglo siguiente el alemán Karl Von Drais le incorporó una dirección y lo nombrará draisiana, que se manejaba como un patinete, impulsada con los pies sobre el suelo.
Imagen por cortesía de Wikimedia.org.

Los pedales se los debemos a Pierre Michaux, y lo que resultó de sus avances fue llamado velocípedo. En ese momento surge una nueva era para el invento y su industria, que ya era capaz de alcanzar 5 km/h con treinta vueltas de pedal por minuto. Entonces la nueva preocupación fue aumentar la velocidad, por ejemplo, aumentando la rueda delantera y reduciendo la trasera. En la siguiente ilustración podéis ver varios intentos de velocípedo alterando los tamaños y disposición de las ruedas:

Eso sí, la estabilidad se fue al traste y se debió trabajar en modelos más equilibrados. En cualquier caso, se empezó a generalizar el término de bicycle y biciclette en Reino Unido y Francia.

De esta manera se abrió la era de las primeras carreras, de los campeones ciclistas y los Tours de Francia. También del perfeccionamiento continuo de las bicicletas con mejoras como el rodamiento con neumáticos y los frenos de zapata.

Pero no tuvimos bicicleta para todos hasta que no se incorporó la transmisión por cadena entre dos engranajes (obra de Guilmet y Jown Lawson allá por 1879). Al surgir esta iniciativa, se incorpora el término de “seguridad” al invento. El primer modelo seguro, la Rover, sentaría un precedente pera el fenómeno bicicletero de finales del XIX en todos los países.

Así pues, hasta que no hubo trasmisión de cadena, la bici no se convirtió en un medio de transporte corriente en las ciudades. Si bien, no tuvo mucho tiempo para brillar porque el principio del siglo XX fue, sin duda, el gran momento del automóvil. Especialmente en Estados Unidos, el nacimiento del coche eclipsó a la bicicleta como forma de desplazamiento urbano y la relegó al mercado de los niños y la competición deportiva. Eso dejó la bici urbana en unos puntos suspensivos… hasta la llegada de la Segura Guerra Mundial.

Tras el crecimiento experimentado desde la mitad del siglo XX, las ciudades se congestionaron mucho con los coches y el espacio público estaba ya invadido. Por eso, la siempre práctica y limpia bicicleta reapareció triunfal como medio de transporte para distancias cortas en el seno de los núcleos urbanos. Se convirtió en una de las primeras alternativas para mejorar la habitabilidad de las ciudades.

¿Qué países destacan hoy día por tener un enorme uso de bicicletas en ciudad? Pues principalmente aquellos con una gran población, como son India y China, pero también encontramos Japón, Cuba, y –en Europa– Holanda, Dinamarca y Francia. La bici es hoy en día, probablemente, el medio de transporte más común y utilizado tras el transporte a pie. Difícilmente se podrían contar el número de bicicletas que hay en todo el mundo, aunque en el barómetro de Worldometers podemos ver en directo el número de bicicletas producidas.

Una interesante anécdota sobre las bicis hoy en día es su uso para medir la ilegalidad en las ciudades. Resulta que uno de los indicadores para conocer el nivel de criminalidad de un área o país es medir el tiempo en que tarda en ser robada una bicicleta dejada a su aire. Curioso, ¿verdad?

Volviendo a las ciudades, he leído que las más aptas para circular en bicicleta son: Ámsterdam (Holanda), Portland (Oregon, EE.UU), Copenhague (Dinamarca), Boulder (Colorado, EE.UU), Davis (California, EE.UU.), Sandnes (Noruega), Trondheim (Noruega), San Francisco (California, EE.UU.), Berlín (Alemania), Barcelona (España) y Basilea (Suiza). En el siguiente artículo de Ciclovida podéis saber más sobre cada una de ellas y por qué son “amigas” de las bicicletas. Por desgracia, en España también nos preciamos de encabezar el ranking europeo de ciudades con más ciclistas muertos en carretera.

Para terminar, si estáis circulando o estáis interesados por circular en la ciudad, queremos recomendaros como fuente de referencia los portales de Ciclismo Urbano y  Ciudad Ciclista. En particular, sus manuales para circular por ciudad.

Foto del catálogo de Isance [ref. 793, malla ciclismo]


Carmen, para ISANCE. 

Fuentes:
http://www.terra.org/articulos/art01247.html
http://ciclovidaonline.com/
http://www.ciclismourbano.org/
http://ciudadciclista.org/
http://es.wikipedia.org/wiki/Ciclismo_urbano

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